Seguridad en el agua. Prevención de accidentes


Hospital Universitario Austral

1. Introducción:

El ahogamiento es una causa frecuente de muerte en niños y adolescentes. La mayor incidencia se produce en menores de 5 años. Los chicos se ahogan en bañeras, piletas, ríos y hasta en grandes recipientes. Cualquier cantidad de agua, aunque se trate de unos pocos centímetros, puede ser peligrosa para un niño pequeño. Está comprobado por estadísticas que en el 75% de los casos de ahogamiento no se tomó ninguna medida preventiva.

2. En el primer año de vida: El riesgo en el hogar:

seguridad en el agua

Durante el primer año de vida los chicos no son capaces de protegerse ni siquiera en unos pocos centímetros de agua. El mayor riesgo para ellos está en las bañeras, grandes recipientes y hasta baldes en los que pueden caer.

Los accidentes en las bañeras ocurren generalmente cuando los padres dejan al chico solo, o acompañado por otro niño. En la mayoría de los casos los pequeños se ahogan durante breves períodos en los que falta la vigilancia, a veces menos de 5 minutos, porque la madre, el padre u otra persona mayor van a atender el teléfono, abrir la puerta de calle o a cumplir alguna tarea doméstica.

Nunca deje a un niño solo en la bañera, aunque sea por pocos segundos. Aunque usted tenga dispositivos especiales, tales como timbres o alarmas acústicas, eso no es suficiente para evitar el riesgo. Los niños deben ser vigilados por un adulto durante todo el tiempo en que están dentro de la bañera.

Además, los baldes y otros recipientes comunes en el hogar son también muy peligrosos para chicos de corta edad: a veces ellos quieren mirar qué contienen, con peligro de caer dentro. A esa edad la cabeza es la parte más pesada del cuerpo, por lo que la caída es fácil. Y como los grandes recipientes llenos de líquido pesan más que el chico, no se vuelcan, y por lo tanto no le permiten salir de esa situación. Los padres deben mantener permanentemente la atención sobre sus hijos, sobre todo cuando comienzan a gatear o a trasladarse por sus propios medios.

  • Esté seguro de vaciar todos los recipientes luego de haberlos utilizado, sobre todo los que tengan gran capacidad (20 o más litros).
  • Nunca deje a un niño pequeño solo en el baño.
  • Mantenga las puertas de los baños siempre cerradas.

3. Preescolares:

seguridad en el agua

Las piletas de natación representan la causa principal de ahogamiento durante la edad preescolar. Un chico puede ahogarse incluso en presencia de un adulto. En la mayor parte de los casos los accidentes se producen cuando no hay supervisión del adulto, tanto cuando el niño está fuera como cuando entra a la pileta.

Casi la mitad de los niños pequeños que se ahogan en piscinas fueron vistos por última vez dentro de la casa.

Los chicos pueden fácilmente resbalar y caer dentro de la pileta sin hacer ningún ruido. Sólo se sabrá lo sucedido cuando algún adulto note su ausencia.

Centre sus expectativas en el juego, el pasatiempo. Después, cuando el niño esté en condiciones y lo desee, entonces sí inclúyalo en el aprendizaje propiamente dicho (lecciones verdaderas de natación).

No olvide que ese aprendizaje no implica que su hijo esté completamente seguro en el agua. Aunque su hijo sepa nadar, necesita ser supervisado, continuamente vigilado. Nadie, niño, joven ni adulto, debería nadar solo.

Recuerde:

  • Nunca deje a su hijo solo dentro o cerca de la pileta, ni siquiera por un momento.
  • Además del control estricto, conviene usar salvavidas inflables o "alitas" en los brazos.
  • Mantenga los juguetes lejos de la pileta, para que el chico no se tiente al ir a buscarlos.
  • Evite que haya triciclos u otros juguetes de desplazamiento en el borde de la pileta.
  • No use trampolín en piletas que no son aptas para eso.
  • Evite el uso de tobogán.
  • Mantenga lejos del agua los objetos o aparatos eléctricos.
  • Coloque reja protectora alrededor de la pileta. La reja debe estar completamente separada de la casa y del jardín, tener cuatro lados (no utilice una pared de la casa como reja), tener no menos de 1,20 metros de altura, una distancia entre barrotes de 10 centímetros o menos, el picaporte de la puerta por encima del alcance del niño y, en lo posible, cierre automático, con la puerta ubicada lo más lejos posible del borde de la pileta.
  • No deje abierta la puerta de la pileta; el 75 % de los ahogamientos en piletas con cerco se producen con la puerta abierta en el momento del accidente.
  • Si además de la reja usted usa una cobertura, como lona, plástico o malla, no utilice las flotantes: las fijas son más seguras. Además, cubra totalmente la pileta, para evitar caídas por debajo de la cobertura, y asegúrese de que no haya agua sobre ésta última.

4. Entre 5 y 12 años: El riesgo fuera de la casa:

La natación y los deportes acuáticos constituyen una buena diversión y un buen ejercicio para chicos en edad escolar. Sin embargo, muchos accidentes ocurren en océanos, lagos, ríos y arroyos.

Nunca deje a su hijo nadar sin la supervisión de un adulto.

Tampoco permita que realice esquí acuático, buceo o snórkel sin instrucción previa dada por un profesor.

Son también riesgosos lugares como zanjas, acequias, pozos, estanques y fuentes. Observe con atención a su hijo si está jugando cerca de ellos.

Enséñele a su hijo estas reglas, y asegúrese de que las cumpla:

  • Nunca nadar solo.
  • Nunca zambullirse sin previo consentimiento de un adulto que conozca la profundidad del agua en esa área.
  • Usar siempre salvavidas cuando se está pescando, navegando, esquiando o jugando en un río o arroyo.
  • Nunca nadar alrededor de embarcaciones ancladas, senderos de lanchas o mientras otros están esquiando.
  • Nunca nadar durante tormentas eléctricas.
  • Nunca empujar o retener a otra persona bajo el agua.
  • Nunca pedir auxilio sin necesitarlo.
  • No permitir que los chicos usen colchones para agua o juguetes hinchables en áreas profundas. Éstos no deben ser usados como salvavidas, porque ofrecen una falsa sensación de seguridad, y pueden ser peligrosos si se desinflan repentinamente, o quedan lejos del alcance del niño.
  • Hacer usar al chico el chaleco salvavidas apropiado para su peso y edad cuando está en áreas profundas, o navegando, o practicando un deporte acuático. De todos modos, recordar que el chaleco no reemplaza la supervisión que debe ejercer el adulto permanentemente.

5. De 12 a 18 años:

seguridad en el agua

Habitualmente los adolescentes y preadolescentes saben nadar, o al menos tienen nociones, pero la mayoría piensa que nada mejor de lo que realmente lo hace, y entonces no valora adecuadamente las corrientes, las profundidades del agua y su propio estado físico.

En esta edad la mayoría de los accidentes suceden en lugares no supervisados, como ríos, diques y estanques, como resultado de lesiones producidas por zambullirse en áreas de escasa profundidad o con objetos flotantes o sumergidos, golpes contra el fondo de la pileta, saltos desde el trampolín, o bien al nadar bajo los efectos del alcohol u otras drogas.

Cada año muchos niños mueren, o sufren accidentes con secuelas neurológicas, debidas a falta de adecuadas medidas de prevención y de la toma de determinadas precauciones. La familia puede, con la debida prudencia, disfrutar del agua y prevenir tales tragedias.