Control postural y estabilidad articular en el nadador


Autora: Lic. Maira Prado. Caracas, Venezuela

1. Introducción:

La natación es un deporte riguroso que exige un gran esfuerzo físico de sus practicantes. Para tener una idea la magnitud del esfuerzo realizado es necesario considerar que en una sesión de dos horas de piscina, un nadador competitivo del nivel élite puede recorrer entre 5.500 y 6.400 metros, esto asciende a nadar un promedio de 32 a 64 kilómetros por semana, lo que aeróbicamente equivale a correr de 128 a 250 kilómetros. Por ello no es ninguna sorpresa que dolor del hombro es una de las dolencias principales entre nadadores competitivos.

Las causas del dolor del hombro son multifactoriales e incluyen el sexo del atleta, su experiencia en el deporte, la distancia de entrenamiento, la técnica del movimiento, la intensidad del entrenamiento, la fuerza, la flexibilidad y el uso de paletas de mano (1). Sin embargo, por deberse a un problema tan común, ya hace más de una década la investigación se ha volcado al estudio del control postural y la estabilidad articular como factores que contribuyen con la disminución del desempeño y la incidencia de lesiones en nadadores.

El conocimiento de los procesos de percepción y movimiento es el inicio para comprender el control postural. Desde permanecer sentados hasta la realización de una carrera rápida requieren de la capacidad de sentir la postura de los segmentos y el movimiento en el espacio. El procesamiento de esta información a nivel cerebral generará una respuesta motora. Estas capacidades son indispensables para iniciar, mantener y terminar cualquier movimiento e imprescindibles para adquirir habilidades motoras complejas como el aprendizaje de la técnica de la natación.

Nadar requiere de funciones multidimensionales que se interrelacionan para producir tareas motoras, estos aspectos de la función son caracterizados por conceptos como: control postural (también expresado en la literatura como: balance, estabilidad postural, equilibrio muscular), coordinación, flexibilidad, movilidad y desempeño muscular (2). En detalle:

  • Flexibilidad es la capacidad del músculo y del tendón para alargarse.
  • Movilidad es la habilidad de las estructuras o segmentos corporales para moverse o ser movidos dentro de un rango de movimiento.
  • Desempeño muscular es la capacidad del músculo para producir tensión y realizar trabajo físico.
  • La coordinación es la planificación consciente o automática del esquema de los movimientos corporales.

La integración de estos conceptos resulta en el control postural, entendido como la habilidad del sistema neuromuscular (representado por músculos y nervios) y sensorial (en la piel, los ojos y oídos) quienes través de la acción coordinada de los músculos logran mantener el control de la postura y la estabilidad articular durante cualquier actividad.

2. Natación y control postural: ¿no es suficiente con tener fuerza?:

Por definición, la fuerza muscular es la habilidad del músculo para vencer una resistencia. La movilidad de los segmentos en el espacio requiere de la fuerza de los músculos para realizar cada gesto, sin embargo, desde el inicio hasta el final del acto motor también requiere del control postural, que mantiene informado permanentemente al cerebro sobre la posición y el movimiento de los segmentos, así como sus características: ¿es rápido?, ¿lento?, ¿coordinado?, ¿impreciso? En consecuencia, el aspecto mas importante del control postural es que hace al cuerpo más consciente de los movimientos, haciendo que sean menos difíciles y requieran menos concentración (3). Cuando esto es posible se habla de movimientos automáticos, necesarios para la ejecución de la técnica deportiva. De aquí el mensaje clave: el entrenamiento de la fuerza por sí sola no es suficiente, es necesario agregar el control postural.

3. Otros argumentos que apoyan el entrenamiento del control postural:

  • Proteger a los músculos y huesos de lesiones.
  • Reduce la tensión sobre la articulación, sus cápsula y sus ligamentos.
  • El adecuado control postural entre los músculos facilita la absorción de fuerzas de choque y evita las cargas de impacto sobre las superficies articulares.
  • La habilidad para mantener el control y la estabilidad postural es esencial para adquirir o readquirir habilidades motoras complejas (4).

En los nadadores, los desbalances musculares producidos por alteraciones de postura o de fuerza entre los músculos agonistas-antagonistas (por ejemplo, extensores de hombro fuertes vs. flexores débiles) afectan el tamaño de los músculos, haciéndose unos más largos y otros más cortos. También originan alteraciones de la fuerza y el control motor produciendo malas posturas que modifican la mecánica articular y que exigen la adaptación muscular, produciéndose las temidas lesiones (5). Así que no esperes al dolor como señal de alarma, es posible optimizar el desempeño en la natación mejorando el control postural.

4. ¿Qué hacer? Manos a la obra:

Te proponemos este pequeño programa de ejercicios para mejorar el control postural. Los principios para seguirlo son los siguientes:

  • Empieza por los ejercicios más sencillos: los que tienen más base de apoyo y se realizan en colchoneta o en el suelo, luego muévete hacia los más complejos: con bases de apoyo reducidas y superficies de apoyo inestables (como pelotas).
  • Realiza de 8 a 10 repeticiones de cada ejercicio y un máximo de 3 series.
  • Monitorea tu nivel de esfuerzo: debes sentir solo tensión muscular, no dolor. En caso de molestias acude a un especialista.
  • Realiza siempre ejercicios de estiramiento al finalizar el programa: 2 repeticiones consecutivas de 30 seg cada una, sin percibir dolor. Este programa te enseña algunos de los principales, pero ¡existen muchos más!
  • Consulta con un especialista para continuar con un entrenamiento formal del control postural: para que se produzcan adaptaciones positivas o mejoras se deben variar los estímulos en cada sesión.

5. Ejercicios para mejorar el control postural:

Control P

6. Sobre la autora:

Maira Prado es Licenciada en Fisioterapia egresada de la Universidad Central de Venezuela y profesora de fisiología del ejercicio en la carrera de fisioterapia de dicha casa de estudios. Se desempeña como Directora de Fisioterapia y Entrenamiento Deportivo en Metas Sports. Desde hace 7 años ha asistido a atletas aficionados y profesionales en el área rehabilitación de lesiones musculoesqueléticas y entrenamiento de capacidades físicas.

7. Blibliografía:

  • O’Donnell, Casey J. Bowen, Jay and Fossati, Jeffrey. Identifying and Manag- ing Shoulder Pain in Competitive Swimmers. The Physican and Sports Medicine Vol. 33 (9) 2005.
  • Colby L A, Kisner C. Therapeutic exercise, foundations and techniques. EEUU, Philadelphia: F.A. Davis Company; 2002.
  • Greenman P E. Principios y práctica de la medicina manual. España: Editorial Panamericana; 2000.
  • Prentice, Wuilliam E. Cosiderations in designing a rehabilitation program for the injured atlete. En: Prentice E, (compilador). Rehabilitation Techniques in sports medice. EEUU: McGraw Hill; 1999. p 8-9.
  • Myers, Joseph B. and Lephart, Scott M. The Role of the Sensorimotor System in the Athletic Shoulder. Journal of Athletic Training. 35(3): 351–363. 2000