Cómo elegir las aletas en la natación


Autor: A. Hernández

1. Introducción:

Sin duda, el uso de las aletas en la piscina gana más adeptos cada día. La principal razón de esto es que aportan un considerable aumento en la velocidad de nado. Pero además, las aletas tienen otras funciones muy interesantes en la práctica de la natación, ya que tienen grandes beneficios, tanto para los principiantes como para los nadadores experimentados o para entrenamientos de alto rendimiento.

En el aprendizaje o el perfeccionamiento de estilos como el crol o la espalda, las aletas pueden ser un elemento fundamental para su enseñanza o corrección de errores, ya que contribuyen a comprender y asimilar la acción de piernas al obligar la flexión plantar del pie (flexión del pie hacia abajo), facilitando así un movimiento relajado del tobillo y una patada desde la cadera.

Para que este aprendizaje, corrección de defectos o entrenamiento sea efectivo, se debe realizar un trabajo progresivo y variado, realizando series de nado con aletas y sin ellas. De este modo se aplicará lo asimilado con las aletas al nadar sin ellas. Las series son repeticiones de determinadas distancias o ejercicios, con un descanso entre ellos, por ejemplo: 6 largos, repetidos 4 veces, descansando entre cada repetición 30 segundos; lo que se suele abreviar como 6 x 4 (30").

Pero además, la natación con aletas aporta otros beneficios al nadador, como la mejora de la capacidad aeróbica, el fortalecimiento de los músculos de las extremidades inferiores y la cadera, o el perfeccionamiento de la técnica, no solo de las piernas, sino también de la acción de brazos, la coordinación, la posición hidrodinámica, e incluso del rolido (giro longitudinal del cuerpo), ya que el incremento de la velocidad aporta un mayor equilibro dentro del agua, permitiendo al nadador ser más consciente de los apoyos, las sensaciones y la percepción del movimiento global del cuerpo en el agua.

Sin embargo, a pesar de las grandes ventajas que mencionamos, un uso incorrecto e indiscriminado de las aletas puede llegar a ser incluso perjudicial, causando lesiones en pies, tobillos, rodillas o gemelos, cuyas causas pueden ser muy variadas. Algunas de las más comunes son consecuencia de una mala técnica y otras por el abuso continuado en su utilización o por una inadecuada elección del tipo de aletas. Algunos ejemplo son:

  • Realizar movimiento de piernas desde las rodillas y no desde la cadera.
  • Hacer movimientos de pedaleo similar al de andar en bicicleta.
  • Hacer movimientos de piernas tipo "tijera".
  • Llevar las piernas demasiado abiertas o separadas.
  • Usar aletas excesivamente duras o rígidas.
  • Usar aletas excesivamente largas.
  • No estirar y calentar antes de usar las aletas.

Para minimizar al máximo riesgo de lesiones, i-Natación recomienda usar las aletas de forma puntual y en ningún caso de forma continua. Tendrá una gran relevancia incluir en nuestro entrenamiento la realización de estiramientos antes de entrar al agua, tanto de los dedos como del tendón, pie y especialmente de los gemelos y siempre, antes de comenzar el entrenamiento con las aletas, es importante calentar haciendo unos largos sin ellas.

2. Tipos de aletas:

Tipos de aletas

Imagen 1. Diversidad de alestas

Como se puede ver en la imagen existen multitud de tipos de aletas, cada una de ellas con unas características determinadas. Han sido diseñadas para adaptarse a las exigencias de las cada vez más diversas y proliferas prácticas y especialidades acuáticas actuales, como por ejemplo, el buceo, la apnea, el Salvamento y Socorrismo, tanto en su vertiente deportiva como en la profesional (rescate), el snorkeling, el bodysurfing, el bodyboarding, el hidrospeed, el hockey subacuático y, por supuesto, la natación en todos su ámbitos: el educativo, el recreativo o el competitivo.

Las aletas pueden clasificarse según multitud de parámetros, como por ejemplo, según la disciplina en la que se use, su material de construcción, su tipo de calzante, su dureza, su forma, etc.

Uno de los aspectos más importantes de las aletas es su tamaño, ya que la longitud tiene un impacto significativo en la efectividad del nado, motivo por el cuál es muy frecuente catalogarlas según este parámetro. En general, cuanto más corta y dura es una aleta, mayor esfuerzo se requiere para avanzar en el agua. Por el contrario, las aletas largas producen un mayor impulso, pero reducen el ritmo del batido de piernas por la amplitud del movimiento de éstas. La elección de una u otra dependerá del nivel físico, del nivel técnico y de la práctica a realizar.

  • Aletas cortas: (Imagen 1, aletas de la 13 a la 21). Son conocidas por ser usadas en la práctica del bodysurf con tablas Paipo (tabla corta o pequeña).
    Generan menor resistencia en el agua que las largas, lo que permite una mayor frecuencia del batido de piernas, más apropiado para la natación. Al tener menor longitud, la patada que se hace es más parecida a la normal (sin aletas), mientras que con las largas se consigue un movimiento "menos real”, por lo que ayudan al nadador a practicar un ritmo y técnica de piernas adecuados. Son idóneas para entrenar el estilo crol y la espalda.
    Están diseñadas para nadadores con un nivel de destreza avanzado o en actividades acuáticas como el fitness o el aquagym, ya que ayudan a desarrollar una patada fuerte y un tobillo flexible.
  • Aletas largas: Aunque las longitudes son muy variables, las más largas son específicas del buceo, submarinismo o apnea (imagen 1, aletas 2, 3 y 4), y las medianas (imagen 1, aletas de la 5 a la 10) son las más versátiles ya que suelen utilizarse en actividades acuáticas recreativas y para el acondicionamiento físico en general de los músculos de la pierna. Por este motivo, las medianas, se suelen incorporar a los programas acuáticos en general de aprendizaje de los estilos de natación crol, espalda y mariposa, ya que ayudan a desarrollar un correcto patrón en el movimiento de las piernas y a mejorar la flexibilidad del tobillo. En el estilo mariposa permiten hacer mucho mejor el movimiento ondulatorio.
    La frecuencia de batido disminuye a medida que aumenta la longitud de la aleta. Cuanto más largas sonmayor velocidad se puede alcanzar pero también aumenta el trabajo muscular y el riesgo de lesión en las rodillas o en los gemelos.

Otra característica importante de las aletas es su dureza o grado de flexibilidad, sin embargo su indicación casi siempre va unido a otra característica, como su longitud.

Tipos de calzantes

Imagen 2. Tipos de calzantes

  • Aletas con pala rígidas: Generalmente las aletas rígidas son largas y requieren un mayor esfuerzo para moverlas, pero a cambio proporcionan un empuje mayor y por lo tanto mayor velocidad. Este tipo de aletas están recomendadas para buceo, apneas profundas y salvamento y socorrismo.
  • Aletas con pala blandas: Las blandas permiten realizar movimientos breves y rápidos con un menor esfuerzo que con las rígidas, por ello la velocidad también es menor. Estas aletas están recomendadas para principiantes.
  • Aletas con calzante fijo o regulables: Las aletas con calzante regulable o elástico (imagen 1: aletas 1, 4, 7, 8, 11, 12, 13 y 18), también llamadas abiertas, tienen el extremo posterior abierto y sujetan el pie con una cinta a la altura del tendón de aquiles, permitiendo un ajuste variable. Este tipo de sujeción puede variar según el fabricante y pueden ser mediante hebillas o tiras elásticas o regulables de diferentes materiales.
    Las aletas regulables requieren el uso de escarpines (similares a los calcetines) que protegen de rozaduras los pies y, según las aletas y actividad elegida, pueden ser de nylon, lycra, latex o neopreno. Los tres primeros se utilizan con aletas en piscina ya que son finos; los de neopreno, con grosores que varían desde 1 hasta 9 mm, preservan los pies de las bajas temperaturas en el buceo de aguas profundas.
    Con las aletas con calzante fijo no es necesario utilizar escarpines, pero hay gente que está más cómoda usándolas con escarpines finos de látex o nylon. Lo importante es que antes de comprar unas aletas, se prueben tal y como serán utilizadas.
  • Monoaletas: (imagen 1, aleta 1). Fueron ideadas para alcanzar las máximas prestaciones en determinados entrenamientos y competiciones. Se utilizan en apneas, buceo y en algunas disciplinas de natación con aletas.
    Las más profesionales están fabricadas en fibra de vidrio o fibra de carbono y cuentan con distinta flexibilidad. La gran desventaja de estos materiales es que son mucho más frágiles que los plásticos o gomas. Los pies quedan sujetos a la única pieza en la que consiste esta aleta, obligando al nadador a realizar un movimiento de piernas simultáneo, es decir, a realizar patada de mariposa. Para alcanzar una mayor hidrodinámica con estas aletas se realiza un movimiento ondulatorio con todo el cuerpo, similar al nado de los delfines, manteniendo los brazos estirados y la cabeza entre ellos. Con este tipo de aletas se ha logrado registrar la mayor velocidad de una persona en el agua, llegando a alcanzar los 12 km/h.
    En la actualidad este tipo de aleta se está adaptando, como sucedió con las bialetas, a todas las especialidades de la natación y actividades subacuáticas, e incluso existen monoaletas infantiles con fines recreativos o específicas para la natación clásica.
  • Aletas para el estilo braza: (imagen 1, aletas 11 y 12). Son aletas cortas, con la característica de que pueden ser usadas para nadar el estilo braza, es decir, son válidas para los cuatro estilos de natación.

3. Consejos para elegir las aletas:

  • Calzante: Para usar en la piscina es mejor elegir aletas con calzante fijo ya que se sujetan mejor a los pies que las de correa. El calzante de la aleta debe sujetar sin presionar. Si por cualquier motivo se siente rozadura se puede utilizar un calcetín de látex o como medida de emergencia un calcetín fino normal.
  • Longitud: lo mejor es empezar con unas aletas cortas o no demasiado largas para que el movimiento de piernas y frecuencia no difiera sustancialmente al de nadar sin ellas.
  • Dureza: Opta por comprar aletas flexibles o semirrígidas para evitar lesiones.
  • Talla: No dudes en coger una talla más que tu talla habitual, porque el pie puede hincharse durante el esfuerzo. Muy importante que te las pruebes en la tienda tal cual vayas a utilizarlas en la piscina.