Natación para enfermos de Parkinson. Beneficios y seguridad acuática


Autores: Ann E. Peters O´Nihill, Carla Cothran, Barbara Habermann

1. Introducción:

La hidroterapia es una antigua forma de curación, reconocida a través del tiempo. Los profesionales de la salud griegos, romanos y persas, como así también nuestros americanos nativos, sacaron provecho de las propiedades curativas del agua, por medio de tratamientos médicos. Tradicionalmente, las primaveras cálidas y las aguas termales han sido consideradas por la humanidad como áreas neutrales especiales, aún en tiempos de guerra y contiendas. Los beneficios espirituales del agua incluyen los sonidos de la risa, las sensaciones de relajación y las actitudes predominantes de las travesuras.

Los beneficios científicos del agua son muchos, siendo los más notorios: la flotación, la resistencia, la presión hidrostática, el movimiento fluido y la transferencia de energía termal. Una amplia colección de investigaciones sobre los efectos de la inmersión total del cuerpo se encuentra disponible en la NASA. La mayoría de las investigaciones espaciales tempranas sobre el efecto de la ingravidez en los seres humanos, se hicieron debajo del agua. Al lector se le recomienda que para mayor información consulte la lista de referencias sobre investigación acuática y los aspectos biofisiológicos del agua.

El agua es un excelente medio para hacer ejercicio para cualquier persona con el diagnóstico de la Enfermedad de Parkinson (EP). El efecto de flotación del agua sobre el cuerpo humano da origen a una sensación de movimientos fáciles y de libertad. El agua ayuda a "aliviar la carga" del movimiento y es un motivo de alegría para los pacientes y una fuente permanente de gran satisfacción para todos los terapeutas.

2. Beneficios del ejercicio acuático y el Parkinson (EP):

Los beneficios del ejercicio para mantener la salud integral han sido reconocidos desde hace mucho tiempo. Los programas acuáticos se basan en estos beneficios y se concentran en los problemas que puede causar la EP. Un programa de ejercicios para la EP debería incluir las siguientes áreas:

  • Adiestramiento funcional para las actividades de la vida diaria incluyendo la voz y la expresión facial.
  • Movimiento.
  • Elongación.
  • Flexibilidad.
  • Equilibrio.
  • Coordinación.
  • Aerobismo.
  • Postura.
  • Diversión.

Al estar en el agua, el paciente experimentará todos los beneficios del ejercicio terrestre más las siguientes ventajas adicionales que ofrece un entorno acuático:

  • El agua ayuda a moverse libremente y por esto mejora la movilidad y aumenta la fuerza funcional.
  • Hacer ejercicio en agua caliente produce un efecto termal que puede alterar el tono muscular y reducir el dolor.
  • El agua caliente procura un efecto suavizante y una mayor tolerancia para hacer ejercicio.
  • El efecto calmante del agua permite que los músculos se relajen, se estiren y que disminuya la rigidez.
  • La flotación y la ingravidez que tienen lugar en el agua, combinadas con la resistencia, originada por el movimieknto en la misma, ayudan a mejorar la fuerza muscular y la resistencia, particularmente en una persona debilitada por la falta de ejercicio.
  • El movimiento de las distintas partes del cuerpo en el agua genera el conocimiento del mismo y favorece una mejor postura. El continuo ajuste al dinámico entorno acuático aumenta el conocimiento del cuerpo, lo que puede mejorar el control motor cuando se camina.
  • El agua hace que los movimientos sean más lentos, dando tiempo para una respuesta, y proporciona una retroalimentación sensorial; esto puede mejorar el control motor al caminar. El agua es un entorno seguro para desafiar al equilibrio, pero con supervisión.
  • Los que practican estos ejercicios informaron que habían notado un aumento de la frecuencia intestinal. Esto es muy importante para los pacientes de Parkinson, ya que el índice de constipación es mayor en ellos que en el resto de la población.
  • El ejercicio acuático reduce el aislamiento y la depresión.
  • El ejercicio acuático crea una sensación de bienestar integral.

3. ¿Qué se busca en una pileta de natación?:

A través de los años, la mayoría de los estados establecieron diversas reglamentaciones a las que debe ajustarse los establecimientos acuáticos. En general, se los conoce como "El código de baños del Estado" y se pueden conseguir en las juntas de salud de los estados o los condados. Las regulaciones varían, pero todas incluyen un mínimo de reglas para el lugar físico y las instalaciones, el equipamiento necesario para el mantenimiento, los productos para purificar el agua y las medidas de seguridad para los nadadores y el personal de la pileta. Además, varios estatutos federales también se refieren a la seguridad de la pileta. Al final de este folleto, encontrará una lista de organizaciones y de páginas Web que pueden resultarle útiles.

  • Lista de control de seguridad e higiene.
  • Un informe mensual de la junta de salud del estado o del condado deberá estar a disposición del público para su evaluación.
  • Número adecuado de salones de descanso y duchas.
  • Vestuarios en los cuales un miembro de la familia o un amigo puedan ayudar a alguien a vestirse y a desvestirse.
  • Pisos antideslizantes en el área de vestuarios y pileta.
  • Personal de pileta calificado.
  • Guardavidas calificados.
  • Cumplir con las reglamentaciones y códigos del Acta de los Americanos con discapacidades (ADA).
  • Acceso a la pileta por medio de escalones con baranda o rampa con baranda, o mediante una silla elevadora para piletas de natación.

4. Problemas de seguridad acuática para pacientes de parkinson:

  • Precauciones generales: Cualquier participante deberá pedir consejo a su médico antes de comenzar con un programa acuático. La mayoría de los programas piden autorización médica. Todos los asistentes con EP deberían contar con la anuencia de su médico antes de empezar cualquier programa de ejercicios.
  • Entrar a la pileta: Puede resultar estresante al principio y agudizar los síntomas de Parkinson. Estar en un nuevo entorno, tener que sacarse la ropa, encontrarse con gente desconocida medio desnuda sin saber qué esperar puede ser muy estresante .No se sorprenda si aumenta la rigidez o la lentitud durante las dos primeras clases, Un instructor tranquilo y con experiencia será capaz de hacerle atravesar rápidamente esta fase y pronto se encontrará relajado y riéndose.
  • Agotamiento de la energía: Muchos pacientes llegan a la terapia en un estado físico deplorable (esto indica que no estuvieron haciendo ningún ejercicio de ningún tipo). Puede necesitar una dosis extra de levodopa/carbidopa cuando finaliza la sesión de terapia. Después de consultarlo con su médico, es conveniente que los pacientes lleven una dosis extra de medicación cuando van a la pileta. Aunque se sienta relajado durante y después de la clase, está gastando una cantidad muy grande de energía mientras hace ejercicio. Para dar un ejemplo, hay que gastar 7 veces más energía para respirar debajo del agua que para hacerlo en tierra. Es mejor salir lentamente de la pileta y controlar si no tiene síntomas de debilidad, rigidez o mareos. Si experimenta alguno de estos síntomas, será mejor que se siente y deje que su cuerpo se readapte a estar en tierra. La mayoría de las piletas piden que los comcurrentes sean físicamente independientes. Averigüe sobre asistentes o sobre ayuda complementaria en caso que la necesite antes de empezar a concurrir a una pileta. Nos dimos cuenta que los familiares que ayudan y los asistentes disfrutan de las clases acuáticas tanto (o posiblemente más) como nuestros clientes. El agua es un maravilloso reductor de estrés.
  • Temperatura del agua: La medicación para la EP puede provocar presión ortostática (presión sanguínea baja) como un efecto colateral de las drogas. Además, el sistema nervioso de los pacientes de Parkinson es propenso a ser frágil y más vulnerable a los cambios repentinos e inesperados. Si la temperatura del agua está fría, puede descender la presión sanguínea y producirse un desmayo. Por esta razón, es importante recordar la temperatura cuando se van a practicar deportes acuáticos en lagos, ríos, y océanos. Tanto la temperatura del agua como la cantidad de ejercicio deben ser considerados cuando se elige un entorno acuático. La temperatura del agua varía según las piletas. Por ejemplo, en una pileta que se usa sobre todo para torneos de competencia y entrenamiento, el agua deberá estar mucho más fría que la de una pileta destinada a terapia para discapacitados. La temperatura del agua de una pileta destinada a ejercicios acuáticos se ubica entre los 82º - 86º F. Para comparar, la temperatura del agua caliente de una bañera se mantiene en 105º F. y la del agua de una pileta para terapia en 92º - 97º F. Cuando una pileta está catalogada como "climatizada", la temperatura puede ser demasiado fría para un paciente parkinsoniano. El agua de nuestra pileta se mantiene en 90º - 92º F. para facilitar la relajación e impartir un efecto calmante que reduce el dolor. Esto también reduce el riesgo de la presión ortostática.
  • Lo más importante es no tener frío, lo que evitará que se sienta incómodo y estresado. "Los escalofríos y los "temblores", aún cuando se haga ejercicio moderadamente, son signos de que el agua está demasiado fría. La experiencia acuática debe ser relajante y divertida, con una temperatura adecuada que permita concentrar el máximo de energía en los ejercicios
  • La piel: Antes de ingresar a la pileta, asegúrese de no tener ninguna raspadura o lastimadura. En ese caso, se recomienda el uso de un vendaje a prueba de agua en esas áreas para prevenir cualquier posibilidad de infección.
  • Deberá ducharse antes de entrar a la pileta para remover los aceites del cuerpo y la transpiración. Después de la sesión de ejercicios es una buena idea ducharse antes de vestirse para eliminar el cloro. El cloro puede secar mucho la piel. Solamente se necesita un enjuague rápido.
  • Equilibrio inestable: El equilibrio deficiente (o la inestabilidad postural) puede ocasionar vuelcos en el agua. Los elementos de flotación, tales como los salvavidas, los cinturones y las boyas no solucionan este problema. Aún un buen nadador, si tiene la EP, puede tener dificultades para volver a pararse (postura de pie) debido a la enfermedad y a la flotabilidad del agua. Recomendamos especialmente que, antes de unirse a una clase, le pidan al instructor que controle su seguridad en el agua. Esto es para ver cómo flota y qué condiciones tiene para ser colocado en un grupo.
  • A continuación se mencionan algunas condiciones que su instructor debería controlar estando Ud. en la pileta con el agua a la altura del pecho:
    • Camine en el agua, hacia delante, hacia atrás y de pasos a los costados.
    • Sumerja la cabeza en el agua y haga burbujas.
    • Flote sobre la espalda y luego póngase de pie.
    • Flote sobre la cara y luego póngase de pie.

Estas pruebas indicarán qué grado de ayuda necesitará en el agua durante el programa de ejercicios. Puede ser una buena idea hacerse acompañar por un amigo durante las primeras clases acuáticas, hasta que su habilidad aumente y se sienta a gusto.

También recomendamos el uso del test de "alcance funcional" antes de comenzar las clases. Esta comprobación se hace en tierra y predice aceptablemente el riesgo de fallas que tiene una persona en tierra.

Los instructores acuáticos deberán explicar a los futuros participantes que la mejoría del equilibrio y la facilidad para moverse en el agua no se trasladarán a tierra. Recuerde a las personas, en especial a las que usan andador, que no se descuiden y sigan usándolo en la forma habitual, ya que es posible que no cambie el equilibrio terrestre.

5. Lo que hay que buscar en un programa acuático:

La hidroterapia es un trabajo individual entre un paciente y un terapeuta. Esto se hace habitualmente por poco tiempo y los costos son pagados por un tercero (seguro). Para obtener beneficios a largo plazo, una clase de ejercicio acuático debe ser adecuada y tener un precio accesible. El grupo local de ayuda para la EP es una buena fuente de información con respecto a las mejores oportunidades de la zona. Si el costo es un impedimento, el grupo de ayuda puede negociar con un establecimiento local para que de clases acuáticas a un grupo de enfermos de Parkinson a un precio reducido. Los seguros pagan a menudo algunas terapias individuales y pueden llegar a pagar sesiones de grupo si se considera que son buenas para la salud. Las asociaciones locales, los spas, las universidades y los centros de recreación suelen ofrecer clases de ejercicio acuático que pueden ser beneficiosas.

Condiciones requeridas para ser un terapeuta/instructor acuático.

La hidroterapia forma parte de la medicina de rehabilitación. Los instructores acuáticos pueden tener diversas condiciones. Esta profesión se encuentra actualmente en vías de desarrollo y las condiciones requeridas varían según los estados. Los requerimientos mínimos indispensables son: experiencia en salvamento, primeros auxilios básicos y resucitación cardiorespiratoria. El Instituto de Rehabilitaciòn e Hidroterapia otorga certificados y está trabajando para establecer la carrera y organizar programas educativos para los terapeutas acuáticos. La Asociación de Ejercicio Acuático otorga certificados a los instructores.

La Fundación de la Artritis certifica la idoneidad de los instructores acuáticos para sus programas. La Sociedad de Esclerosis Múltiple elige a sus instructores acuáticos después de hacerles hacer una demostración.

6. Sugerencias para el nuevo participante acuático:

  • Vaya a la clase con el traje de baño puesto debajo de la ropa para ahorrar tiempo y energía al vestirse y desvestirse. Lleve ropa interior limpia para vestirse después de la clase.
  • Use soquetes o calzado para agua mientras esté dentro de la pileta o en el área de las duchas. Esto protegerá sus pies y será una ayuda adicional para no resbalar.
  • Busque una pileta que tenga escalones y barandas o una rampa con baranda, si no puede subir y bajar por una escalera de pileta. Muchas piletas tienen sillas de elevación para facilitar la entrada y la salida.
  • Si toma medicación sólo en el momento que la necesita, lleve medicamentos extra por si le hacen falta. Fije una cita con su instructor antes de empezar las clases para conocerlo, ver cómo es el edificio y el lugar para estacionar. Debe saber de antemano dónde se encuentran los roperos y los cuartos de descanso o si hay vestuarios con asistentes en caso que necesite ayuda. Pregunte qué pasaría si necesitara un asistente mientras está en la pileta. Asista a una clase como observador.
  • Durante las primeras clases, empiece lentamente. Es posible que necesite hacer ejercicio sólo durante 15 minutos si no está acostumbrado al deporte. Escuche a su cuerpo. Si se cansa, PARE. Relájese y disfrute del agua. Está bien tomarse un descanso; de hecho, su instructor lo preferirá.
  • No fuerce su cuerpo a hacer movimientos incómodos. Haga ejercicios fáciles que no le provoquen dolor. No creemos en el proverbio: "Sin dolor no hay beneficio". Preferimos decir: "El dolor es insano".
  • Recuerde que dentro del agua se sentirá mucho más liviano y se podrá mover con más facilidad, debido al entorno de gravedad reducida. Cuando salga de la pileta, caminar y moverse le demandará un mayor esfuerzo debido al retorno a la gravedad. Esto, unido a la fatiga por haber hecho ejercicio, puede causarle una debilidad considerable en un primer momento, cuando recién deje la pileta y se puede sentir muy pesado. Antes de volver al vestuario, quizás quiera descansar en una silla al lado de la pileta y darle a su cuerpo el tiempo necesario para adaptarse al cambio. Vea si no necesita más medicación.
  • Pare si siente dolor, tiene mareos, rigidez u otros problemas y pida ayuda a su instructor o al guardavidas.
  • Si siente escalofríos cuando está dentro de la pileta, quizás le convenga comprar un equipo acuático o ropa para hidroterapia que está ideada para mantenerse caliente en el agua. La ropa acuática se puede conseguir en los comercios que venden trajes de baño.
  • Lleve a un amigo. Se alentarán y ayudarán mutuamente, y habrá más posibilidades que Ud. continúe con el programa.
  • ¿Cuándo fue la última vez que estuvo en una pileta? Si pasó mucho tiempo o si no lo recuerda o no confía en su capacidad actual para sentirse seguro en el agua, pídale a su instructor que le haga una evaluación. Aunque es muy probable que trabaje con el agua a la altura de la cintura, la situación sigue siendo riesgosa.

7. Observaciones importantes para los instructores acuáticos:

  • Mantengan las clases con pocos participantes (de 6 a 12 como máximo). El potencial para la pérdida del equilibrio y la inmersión están condicionados por los impredecibles síntomas de la EP. Los participantes con EP pueden experimentar cambios en la capacidad para moverse rápidamente. Los mismos pueden no darse cuenta de los cambios hasta que no estén dentro de la pileta. Tomen en cuenta que debido al bajo volumen de voz de los parkinsonianos, es posible que no puedan gritar para pedir ayuda.
  • Tengan siempre un ayudante en la clase, alguien que pueda ayudarlo en el agua, También deberá haber un guardavidas al borde de la pileta, para observar.
  • Entreviste a cada persona antes de incorporarla a su clase. Recuerde todos los factores necesarios para tener una experiencia exitosa con el programa. Hablen sobre los pasos a seguir para vestirse y desvestirse y para entrar y salir de la pileta. Puede ser necesaria la ayuda de un familiar o de un amigo.
  • Tómese el tiempo necesario para hacer una evaluación dentro de la pileta a cada participante potencial. Si el mismo pide ayuda individual, sugiérale que lo acompañe un amigo o un familiar. Admitimos ayudantes en la clase, en forma gratuita.