Que por cierto es campeona del mundo. y logré decirlo.al fin
Bernarda Angulo, campeona del mundo de natación
«Mientras podemos hacer cosas, no somos tan viejos a pesar de la edad que tengamos»
Periodista DigitalPor Miguel Pato y Ana AvellanoLunes, 7 de abril 2008
Joven a sus 96 años. Bernarda Angulo lleva desde los 45 nadando. Sus obligaciones familiares no la permitieron aprender antes y en cuanto tuvo tiempo lo empleó al máximo. Pese a haberse roto la cadera y el fémur en una de las caminatas que hacía, no se ha rendido y hoy al borde del primer siglo de vida es campeona del mundo de natación en su categoría. Ha recorrido medio mundo compitiendo. Bernarda es toda una sirena, sintiéndose más segura en el agua que caminando. Periodista Digital ha hablado con esta mujer, todo un personaje Aquarius.
¿Nunca es tarde si la dicha es buena no?
Nunca es tarde para aprender cosas nuevas, siempre es bueno saber.
Viviendo en una isla, rodeada de mar por todos lados, ¿cómo aprendió a nadar tan tarde?
Me casé con 19, casi en el colegio y con el marido y los niños, me ocupaba de la casa. Cuando se casaron mis hijos empecé a buscar alguna costumbre que me distrajera y, lo primero fue nadar. Aprendí a los 45.
Pero, aunque no tuviera tiempo antes, ¿siempre tuvo esa atracción por el agua no?
Si, siempre iba a la playa con mis niños pequeños y ellos aprendieron a nadar. Claro cuando ellos se independizaron, se casaron. Tuve tiempo para nadar.
Ninguno de sus hijos ha sido campeón del mundo y usted sí.
Tengo una hija que ahora ya no salta, pero ella fue campeona de trampolín y saltadora.
Lo llevan en los genes entonces, lo llevan en la familia.
Siempre les ha gustado el deporte, mientras estudiaban hacía deporte en el instituto, lo mío ha sido algo inesperado para mí. No pensaba llegar a tanto pero ha sido una maravilla.
¿Y cree usted que con el deporte, con un hobby, se alargan los años?
Sí, está uno más alegre y con ganas de hacer cosas, amistades, conocer gente, viajar.
Ha conocido usted medio mundo con la natación.
Exacto, he estado nadando por toda Europa, Australia.
Cuando usted fue a Italia, los italianos no se lo creían y la hicieron pruebas de cómo era posible que usted nadara. ¿No?
(Risas) ¡Qué gracioso! Sí, estaba asombrada porque me pesaron, me midieron. Me hicieron montones de pruebas, toda la gente estaba muy pendiente de mí porque ya tenía bastantes años. Agradezco muchísimo la atención del público.