Agua, hay que pensar justo lo contrario.
Recuerdo el invierno pasado unos dias que hubo mucha nieve en Madrid, y te aseguro que era una verdadera gozada estar en tu piscina a 27 grados viendo por la cristalera todo nevado e incluso caer la nieve.
Era como el mundo al revés. Una sensación impagable.
El nadar en verano parece como lo normal, es facil, pero en invierno cuando vamos llenos de ropas, guantes, bufandas, el poder estar en bañador, con una temperatura deliciosa, es algo que me parece que no sabemos valorar.
Sales de la piscina calentiita, contenta y todo es cuestión de secarse bien el pelo, yo lo hago, y no uso gorro, abrigarse bien y a vivir que son dos dias.