Habitualmente, cuando nado, mi cabeza mantiene una inclinación de 45º, sobretodo cuando nado fuerte en competición, excepto en los momentos finales, en que busco la máxima posición hidrodinámica y la hundo algo mas.
En el nado de larga distancia, es mejor mirar al fondo, pues deslizas mejor y haces menos esfuerzo.
Mira algunos vídeos de I.T.