Me resulta brutal este problema; las pocas veces que he querido hacer un largo lo más rápido que puedo ha resultado tan revelador como frustrante. Aumentar la frecuencia de brazada implica deslizar menos, y también rolar menos. Y sobre todo creas muchísima más resistencia al avance, algo que mi sistema cardiopulmonar no puede tolerar. Uno quiere ir más rápido pero se enfrenta a que parece ir más lento, o realmente se va más lento. Es como intentar romper un muro de agua con los brazos. Vamos que el esfuerzo empleado, que estipulo se llega a multiplicar por tres, no me sirve de nada. Me parece que esto tiene que ver con el concepto de IT.
¿Solución al enigma del binomio velocidad / resistencia al avance?, ¿qué errores puedo cometer?, ¿falla la técnica?