Esta rutina ocupará unas 12 semanas de nuestro tiempo y la mejor forma de afrontarla es simplificando, pues se trata de una base y como todas deberían de ser sencillas y contundentes. No te compliques con mil ejercicios, rangos de tiempos, comparativas de una semana a otra. Cuando nos obsesionamos con querer hacer ejercicios específicos y mejorar tiempos en pretemporada lo único que conseguimos son falsos resultados llegando el punto en el que diríamos, lo hago en x segundos, pero si hubiera hecho un buena pretemporada mi margen de mejora empezaría ahora y con mejores resultados, en vez de haber estado 3 meses haciendo el garrulo para arañar unos tiempos que realmente podemos superar cuando se hacen las cosas bien. No lleguemos a la piscina y empecemos a sacar los pulls a hacernos series de 50 de 100 como locos, no. Se trata de que tu cuerpo pueda hacer muchos metros intentando desgastar la técnica lo menos posible en las tiradas largas para después poder reducir y repartir ese volumen de metros en fases y rentabilizar la base aeróbica que hayamos creado.
Dividimos el trabajo entre el agua, el gimnasio y una segunda base o deporte aeróbico.
En el agua: fase de volumen y técnica sobre todo, para recuperar los metros perdidos en agosto y a partir de la segunda semana tiradas largas, ejercicios de asimilación técnica y transiciones, mucha pierna, combinaciones a estilos y algo de fuerza-resistencia general.
En seco: dos tres días a primeras horas de mañana, en cualquier caso antes de irnos al gimnasio o al agua, que no significa que tenga que ser seguido, solamente antes, minutos, horas antes…
Gimnasio: Por lo general suele haber un par de semanas de adaptación física antes de empezar a trabajar 6 semanas de volumen y otras 4 de fuerza general más volumen. La mayor parte de estas rutinas de gimnasio acaban convirtiéndose en circuitos.
Y esto básicamente es el concepto muy visto por encima, simple, sin entrar en detalles, que de eso ya habrá tiempo.