Juegos Olímpicos Atenas 2004: Resumen de la natación española


Autor: A. Hernández

2. Resumen de la natación española:

La natación española se marcha de Atenas con cuatro finales y tres récords nacionales, todos ellos de las participantes femeninas: Nina Jivanevskaia en 100 espalda (5ª), Erika Villaécija en 800 libres (5ª y récord 8'29”04), el relevo 4x200 libres (6º y récord, 8'02”11) y el relevo 4x100 estilos (7º y récord en series, 4’06”90).

Del conjunto de la participación española cabe destacar los relevos femeninos con Erika Villaecija y Nina Zhivasneskaya y la labor del equipo de natación sincronizada que obtuvo dos cuartos puestos y mucha polémica.

El 4x200 estuvo por encima de lo esperado. El seleccionador nacional, Carles Subirana, decidió a la vista de una prueba realizada a las nadadoras sustituir a Laura Roca por la joven de 16 años Arantxa Ramos, para completar el cuarteto junto a Tatiana Rouba, Erika Villaécija y Melissa Caballero. Se clasificaron con el quinto mejor tiempo y rebajaron el récord de España, con lo que cumplieron los dos objetivos marcados antes de los Juegos de Atenas.

La situación del otro relevo finalista, el 4x100 fue muy parecida. Integrado por Nina Zhivanevskaya, Sara Pérez, María Peláez y Tatiana Rouba rebajó su mejor marca nacional en la semifinal con una extraordinaria competición de sus cuatro integrantes y otro gran debut, el de Pérez, de 16 años. En la última prueba de la natación femenina no pudieron volver a batir la marca de la mañana y fueron séptimas tras la descalificación de las italianas.

Erika Villaécija fue la nadadora más destacada del equipo español de natación. No sólo contribuyó con su marca al éxito del 4x200, sino que en la final de los 800 metros libre estuvo con las mejores y no perdió nunca la cara para luchar por los puestos de cabeza. Batió el récord de España con un tiempo de 8:29.04 y fue quinta con diploma olímpico.

Zhivanevskaya, en la prueba de 100 espalda, no pudo repetir su gran actuación de Sydney'2000, cuando se hizo con el bronce en esta prueba y sólo pudo ser quinta.

Roser Vives no superó las series de los 200 mariposa y María Peláez sí entró en las semifinales, donde se quedó, mientras que Ana Belén Palomo, en 50 libre, tampoco superó las eliminatorias.

Entre los hombres no hubo finalistas. Olaf Wildeboer cayó en semifinales de los 200 metros libre, una de las pruebas de mayor nivel de la natación olímpica en Atenas, y Marcos Rivera en las series de 400 metros.

Eduard Lorente no pudo repetir los buenos tiempos que le dieron el pasado invierno las mínimas para Atenas y fue una de las mayores decepciones de la natación española en Atenas. No estuvo ni en la final ni en las semifinales de los 50 y 100 metros.

Jorge Sánchez y Javier Noriega, en los 200 espalda y 50 libre, respectivamente, tuvieron una digna competición y entraron en semifinales. El primero cayó dándolo todo para despedirse con 27 años en sus primeros Juegos Olímpicos y fue sexto con 2:00.12 y el segundo se tiró para entrar en la final de la prueba más rápida de la natación olímpica, pero fue sexto.

Olaf Wildeboer, en 100 y 200 espalda, promesa de la natación española masculina, con 18 años, se quedó en las series y la experiencia le sirvió para coger experiencia, después de proclamarse doble campeón de Europa en categoría júnior.

En cuanto al waterpolo, España puso punto final a su aventura olímpica con una nueva derrota frente a Alemania (6-4) y que era válido para el quino puesto. Los germanos se quedaron con esta posición y los españoles terminaron sextos. El dominio de los alemanes fue claro, pues llevaron la iniciativa en el marcador y su ataque le pudo a la defensa española, muy blanda en algunas fases del encuentro.

Los jueces dejaron a Gemma Mengual y Paola Tirados por detrás de Rusia, Japón y Estados Unidos, y volvieron a hacerlo en la final por equipos. Sin embargo, las chicas de Anna Tarrés no se marchan de vacío, porque el público del Aquatic Centre ateniense, de forma unánime y espontánea, sí les otorgó la medalla que se merecían.

El ejercicio español, una coreografía basada en Salvador Dalí, consistió en constantes desplazamientos en el agua, rapidez de piernas, sincronía, figuras y acrobacias.