Chavales, ahí va mi pedazo crónica de esta travesía, espero que os guste.
De nuevo partíamos hacia tierras murcianas un montón de Torrijeños, 12 Master y al menos 30 chavales del Club. Yo al hotel con la familia (nuestras vacaciones) y ellos en su lugar de concentración. Sabíamos que el tiempo no iba a acompañar mucho, pero ¡Qué vamos a hacer!.
Jueves por la tarde entreno todos juntos en Los Alcazares, muchísimas medusas pero de “las buenas” así que solo queda acostumbrarse a ellas y ya está. Nadamos unas series para, sobre todo, recuperar esa orientación que no necesitamos en piscina y es tan importante en aguas abiertas. Ambiente excepcional con los chavales y nos retiramos pronto para descansar del viaje.
Viernes, pronto empieza a llover y decido con la familia irnos a conocer Cartagena ya que no hace día de playa. Entre rachas de lluvia disfrutamos de esta preciosa ciudad y pasamos un buen día de turismo.
Sabado, llegan los Master, Manolo con su familia a nuestro hotel y los demás de Singles al CAR. Todos quieren al menos “tocar agua”, algunos lo hacen por la mañana (Manolo y yo juntos y le voy haciendo psicología de medusas), otros lo hacen por la tarde pero tienen que acortarle mucho por una “cacho tormenta” que nos hace terminar la jornada de entreno refugiados en un chiringuito y sin poderme beber unas cuantas cervezas snif (6.000 m no se pueden tomar a la ligera). Cena copiosa, cada uno en su sitio y un paseito para bajarla, últimos comentarios y a descansar.
Domingo(día D). A las 7:30 estamos Manolo y yo en la recepción del hotel engullendo un pedazo Picnic(después de lo escaso del año anterior con Rober insistí en que fuese POTENTE, y así lo fue…bocadillos, frutos secos, platanos, zumos, agua, galletas, etc. etc), subimos a colocarnos nuestro Ying-fa (GRACIAS MANOLO y a soltar leña, claro) que nos protegerá de las malas sensaciones de las medusas y salimos camino de Islas Menores. Llegamos junto al Bus de los chavales y vamos juntos a recoger los dorsales, me coloco los guantes y empiezo a repartir vaselina a mis chavales y a todo el que la necesita. En breve vamos al agua y nos colocamos en la salida apartando las medusas y agrupándonos, cuando PIIIIIIIII
Salimos muy bien todos juntitos y notando que el viento que se había levantado poco antes nos iba a hacer mas dura la prueba. Veo en todo momento a mis chavales gracias a esos nuevos bañadores que estrenamos y en cuyo trasero pone para identificarnos MASTER TORRIJOS. El ritmo es bueno, pero a Manolo se le hace poco y veo como nos va dejando atrás, tengo la duda de seguirle o acompañar a “mis chavales”, opto por esta segunda opción, sobre todo cuando uno de ellos(Samuel) me dice que le ha picado una en la barbilla, yo le tranquilizo diciéndole que eso se cura con el mismo agua salada y sigo pegado a él(es mi compañero del año pasado y este año pienso estar también con él). Se nos va cruzando gente que noto con un ritmo mejor que el nuestro, pero muy desorientados y van “haciendo la goma” como en el argot ciclista.
Cuando nos queremos dar cuenta estamos en la isla y aquí empieza lo bueno. Yo vengo por el interior e intento abrirme porque sé que en una parte de la isla hay piedras, pero no puedo desplazarlos a la derecha y nos encontramos con la zona de piedras en las que no se puede pasar nadando, me giro a la derecha para bordearlas cuando veo que mis compañeros se levantan sobre ellas pasando por encima unos 10 metros andando y allá que me voy con ellos, como llevábamos casi una hora de nado el equilibrio no es muy bueno y encima las piedras “pinchan” así que entre risas y alguna caída vamos pasando este “escoyo”. En ese momento me pasa corriendo sobre las piedras un compañero del club que no venía con nosotros (Mario) y me dice “Qué ¿haciendo duatlón?” yo ya no podía reir más, y esos 10 m. se me estaban haciendo más largos que la travesía. Por fin veo más profundidad y me echo al agua para seguir rodeando la isla, en ese momento el aire es frontal y cuesta mucho dar brazadas (quizá perdí algo de fuerzas por las risas…) además estoy sin mi gente porque yo ando peor que nado(peso más que ellos…) y estoy buscándolos entre olas, sigo bordeando cuando al fondo veo una boya roja(si no la llego a ver doy 2 vueltas a la isla) y empiezo a enfilar hacia la meta, en ese momento recuerdo las palabras de Alberto “coger de referencia este edificio blanco y azul del Club Nautico”, pero a 3 Km ¿Quién distingue ese edificio? Así que me centro en las boyas y ya me reagrupo otra vez con mis chavales.
A la vuelta el aire es más molesto para los que respiramos por la derecha ya que viene de ese lado y las olas se van a la cara. El grupo se va estirando según vamos identificando la meta y, tras preguntar a mi compa Samuel si va bien, tiro un poco de él a ver las fuerzas que los quedan. Pronto me encuentro con la única compañía de Jesús (un chaval de 17 años que lleva 3 meses con nosotros con una progresión impresionante) miro atrás para esperarlos pero veo que se han descolgado y bienen juntitos, así que decido hacer estos últimos metros con Jesús. Sigo muy bien de fuerzas y hago algunos cambios de ritmo pero cuando veo que él no va muy sobrado dejo de hacerlo para tirar de él hasta la meta. Llegando al puerto me acuerdo de Iñaqui y la medusa mala que le picó aquí el año pasado, cuando una de esas me da de lleno en el antebrazo izquierdo (y pica que rabia). Total ya estamos terminando, así que llego a meta junto con Jesús fundiéndonos en un abrazo(en 3 meses ha hecho una travesía de 6.000 m es un jabato y gran persona, me alegra mucho conocer jóvenes así (no todos están perdidos ).
En Meta nos espera Manolo, Alberto (el Mister), Paula que ha hecho 2ª Femenina(otra jabata con 16 años) y Aler (compañero del foro y de travesías que no había visto hasta este momento), después fueron entrando los demás entre 1 y 2 minutos después. Nos vamos zampando esas maravillosas rajas de melón para quitar ese mal sabor de boca de la sal y bebiendo Aquarius para reponer líquidos mientras comentamos la jugada.
Vemos la carrera de los pequeños (a alguno le cuesta muchísimo echarse al agua acobardados por las medusas) mientras tomamos unas cervecitas y disfrutamos de lo mejor de la natación EL POS-TRAVESÍA. Unos de vuelta a su casa y yo me quedo otro día más disfrutando de la maravillosa compañía de Manolo and family.
OTRA MARAVILLOSA EXPERIENCIA GRACIAS A ESTE GRAN DEPORTE.