Totalmente de acuerdo con Vicente, la natación es magia para la espalda, eso si, llevando la progresión adecuada y evitando ejercicios y estilos que puedan ser perjudicicales. Si eres perseverante conseguirás, no sólo minimizar las secuelas de tu lesión, también podrás adquirir una buena forma física y un buen tono muscular en general a la vez que levantar tu ánimo. Te lo dice uno que también está enganchando al agua, así que ¡ánimo!